La recomendación principal para despertar el interés por el Deporte, es ESTIMULARLOS, no obligarlos. Los Padres deben participar en las actividades deportivas de sus hijos, acompañándolos en cada una de sus etapas.
En las familias donde se practica habitualmente deporte, es mucho más sencillo, la práctica regular de Actividad Física surge como algo natural, un HÁBITO FAMILIAR.
El estímulo de los padres es fundamental, donde además de predicar con el ejemplo, deben realizar actividades que puedan compartir con sus hijos. Por ejemplo: andar en bicicleta, ir a la plaza a jugar al fútbol o a la paleta, trepar, correr, etc.
Dentro de este papel proactivo de los Padres, es importante, más allá del esfuerzo que esto presupone, acompañar a los niños a entrenamientos y competencias. Conocer a su entrenador, para poder generar un canal de comunicación, que permita saber lo que pasa con nuestro hijo en la actividad.
Por otra parte, hay que generar espacios de intercambio con los chicos, conversando sobre lo que ocurre en cada entrenamiento, siempre destacando los aspectos lúdicos del juego, el valor del compañerismo, la importancia de participar.
Es fundamental que el objetivo de los padres no se centre en que su hijo sea el mejor o sobresalga en la actividad elegida, porque esto les genera presiones, y a la larga insatisfacción y rechazo por el DEPORTE. Una ayuda para acercarse a la actividad deportiva son los Campeonatos Mundiales, donde gran parte de la sociedad se involucra activamente. Además de compartir los momentos frente a la pantalla, aparecen actividades tangenciales como colección de figuritas, muñecos, etc., lo que implica conocer deportistas, y particularidades de su alimentación, entrenamiento, descanso y formación.
En la mayoría de las instituciones deportivas, existen programas de iniciación deportiva, donde se realiza un acercamiento a los diferentes deportes, pero se trabaja fundamentalmente sobre el aprendizaje de las habilidades motoras básicas. Esto tendrá como resultado niños más coordinados, y que les resulte más sencillo a posteriori incorporar habilidades deportivas generales, y específicas de cada disciplina.
¿Qué deporte elegir?
Con respecto a la elección del deporte, debemos permitir que el niño sea quien toma la decisión de la actividad que desea realizar. No debemos influenciarlos con nuestros gustos, frustraciones del pasado o porque creamos que por sus cualidades físicas será mejor en determinada disciplina. Con tal objetivo recomiendo ofrecerle una variada gama de actividades, y permitirle “probar” diferentes deportes.
Es importante que el niño sienta placer al realizar actividad física, y esto no sólo está referido al acto motor en sí mismo, sino también al ámbito en que se desarrolle, donde juega un papel central la habilidad del entrenador para generar DISFRUTE en sus dirigidos, y la relación con sus compañeros.
Debemos entender que existen diferentes niveles, en relación a la práctica deportiva: nivel recreativo, nivel federado, nivel elite. Y cada niño encontrará su medida de involucramiento, siempre dentro de un marco de alegría y con el objetivo de alcanzar la salud integral, holística.
Considero de un valor superlativo la práctica de DEPORTES de CONJUNTO, donde los niños aprenden el verdadero significado de la solidaridad, el compañerismo, la camaradería y fundamentalmente del trabajo en EQUIPO.
Dr. Santiago Kweitel
Médico Pediatra y Deportólogo.
Director de Deportología Infantojuvenil
Comments